Os traemos página a página la Enciclopedia de Eorzea traducida al Español.
Con cientos de páginas que detallan todo, desde la historia y las
culturas de Eorzea hasta su geografÃa y sus habitantes, este tomo
elaborado por expertos es un verdadero tesoro de información
inestimable.
La Enciclopedia de Eorzea ofrece una visión en profundidad de las ciudades-estado, las organizaciones y los personajes más importantes del reino, asà como de sus diversas profesiones y sus principales practicantes. Los lectores también conocerán a los hombres bestia de Eorzea, sus culturas, costumbres y deidades, y obtendrán datos detallados sobre las innumerables criaturas del reino, desde las más tÃmidas hasta las más terrorÃficas.
LOS DOCE III
INFIERNOS Y CIELOS
Cada dios y diosa de los Doce está asociado a uno de los seis elementos que controlan el mundo. Cuando las deidades consideraron que su trabajo en Eorzea habÃa concluido, procedieron a crear el firmamento, lo que dio como resultado seis cielos alineados astralmente con cada uno de los seis elementos, y un séptimo cielo final para gobernarlos a todos. Sin embargo, un producto residual de estos cielos fueron seis infiernos con aspectos elementales similares, gobernados por un séptimo infierno que lo abarcaba todo. Los seis “cielos inferiores” están representados en el cielo por seis constelaciones, formaciones estelares que los astrólogos también perciben como puertas que, al abrirse, pueden permitir a una persona sintonizar con los cielos y manipular su éter. Estas constelaciones giran en torno a la estrella polar, que se considera la puerta del séptimo y último cielo.
Aunque algunas sectas del culto a los Doce tienen diferentes puntos de vista sobre el más allá, la mayorÃa cree que a los justos se les promete un lugar en los cielos, mientras que los pecadores están condenados a una eternidad de pruebas de castigo en los infiernos. Una creencia popularizada por un famoso teólogo y dramaturgo de la Sexta Era Astral afirma que tras la muerte de un hombre malvado, éste caerá a un infierno que corresponde a los pecados que cometió en vida. Una vez que haya sufrido una eternidad en pago por estos pecados, deberá recorrer los cinco “infiernos superiores” restantes y ser testigo de los pecados de sus hermanos, antes de llegar finalmente a la puerta del séptimo infierno, donde se pesará su corazón. Si está cargado de dolor y arrepentimiento por lo que ha hecho, será enviado al cielo. Pero si permanece ligero, será admitido en el séptimo infierno, donde sufrirá para siempre.
EL INFIERNO Y EL CIELO DE FUEGO
En el Cielo de Fuego se extiende una ciudad interminable construida
por Nald’thal con ladrillos dorados cocidos al calor del sol de Azeyma.
Aquà residen los justos y los equitativos, los honestos y los
filántropos.
El Infierno del Fuego se formó cuando los escombros que quedaron tras la
creación de su pesada contraparte fueron arrojados desde el firmamento
al oscuro Foso y se les prendió fuego. Aquà arden los que juzgaron
erróneamente a sus semejantes, los que engañaron a sus clientes y los
que dieron y recibieron sobornos.
EL INFIERNO Y EL CIELO DEL AGUA
Para crear el rÃo que recorre el Cielo del Agua, Nymeia fundió una
estrella, a la que Thaliak añadió la esencia del conocimiento y luego la
hizo brotar de su Jarra. Aquà residen los eruditos y los inventores,
los maestros y los empresarios.
Desde el lecho del rÃo celestial cayeron gotas abandonadas al Foso,
donde se asentaron y estancaron, creando el Infierno del Agua. Aquà se
ahogan los engañadores, los falsificadores, los montajistas y los falsos
profetas.
EL INFIERNO Y EL CIELO DEL VIENTO
En el Cielo del Viento se eleva una imponente cordillera en cuya cima
Oschon contempla un mar interminable gobernado por Llymlaen. AquÃ
descansan exploradores y aventureros, montañeros, santos y aquellos que
rescataron del peligro a las almas mencionadas.
Las ráfagas de viento procedentes de las alturas provocan terribles
tempestades en el Foso, creando el Infierno del Viento. Aquà los
bandidos de las montañas, los profanadores de la tierra y el mar, y los
piratas sufren cuando el aire arranca la carne de los huesos y el alma
de la carne.
EL INFIERNO Y EL CIELO DEL HIELO
En el centro de este cielo se eleva un elevado palacio de hielo,
hielo hecho de rayos de luna congelados y tallado con la propia lanza de
la Furia. Aquà residen los héroes épicos y los caballeros galantes, los
benévolos y los fieles.
Desde el gélido palacio de Halone caen en picado carámbanos punzantes
hacia el Foso, creando el Infierno de Hielo. Aquà sufren los cobardes,
los desertores y los adúlteros.
EL INFIERNO Y EL CIELO DEL RAYO
En el Cielo del Rayo, se encuentra una altÃsima torre de relojerÃa
construida por Byregot con metal forjado de un cometa y alimentada por
los rayos y truenos de Rhalgr. Aquà descansan ingenieros y arquitectos,
revolucionarios y conquistadores del mal.
Los fragmentos cargados de levin del cometa caen en picado hacia el Foso
para formar el Infierno del Rayo, un lugar de condena para vándalos,
villanos y belicistas.
EL INFIERNO Y EL CIELO DE LA TIERRA
Para crear el Cielo de la Tierra, Nophica plantó un único retoño que
Althyk hizo madurar al instante doblando el propio tiempo. Bajo las
ramas de este poderoso centinela se sientan agricultores y naturalistas,
historiadores y arqueólogos.
Las hojas caÃdas del árbol y dejadas pudrir en el Foso son las que crean
el Infierno de la Tierra. Aquà yacen enterrados ladrones y profanadores
de la naturaleza, mentirosos y revisionistas.
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